
El día que llego, fue la persona más vanidosa y engreída que había conocido en mi vida, por su puesto una barrera fue construida inmediatamente y el trato era únicamente cortesía; vuelvo a repetir que no se en que momento las cosas cambiaron, tal vez al oler aquella colonia cuando se acercó a señalarme una parte de un informe en la computadora, o tal vez aquel momento cuando ...