Ahí van los momentos, caminando por las calles con un abrigo prestado y sin saber si al voltear la calle podré mirar esos ojos que siempre me han perturbado en mis sueños, era momento de
enfrentarlos ya no podía escapar a ellos, eran dueños de mis sueños.
Sin mas y sin menos, estaban ahí observando cada movimiento, especialmente de mis cabellos porque no podía dejar de hacer algo con ellos, la que estaba sentada en ese sofá no era la que conozco, era un conejito inofensivo buscando las salidas más cercanas para escapar de aquellos ojos.
Después de varios minutos de preguntas tontas y sin sentido, pude darme cuenta que aquel conejito no era yo, porque al tener valor para poder observar esas pestañas, vi a un conejito huyendo de mi mirada y no pude evitar reír, reírme de mi, y preguntarme ¿Por qué le tenemos miedo a los momentos y no creamos oportunidades? tal vez, ellos nos tienen más miedo que nosotras o será que a ese conejito ¿Podría gustarle mis ojos, también?
sol y luna
Tenemos el temor muchas veces de meter la pata, de hablar de más, de causar sin querer un mal momento por un comentario inoportuno.... pero es verdad lo que dices AnnAlic mil veces es mejor crear oportunidades y tomar el toro por las astas ;).... me encanta la sencillez de tu blog, permíteme seguirte besossssssss y gracias por visitar mi faro :*
ResponderBorrarNuestra cabeza divada por donde se le ocurre y es desoobediente :)
ResponderBorrarBesos
(no me permite seguirte, vuelvo a intentarlo luego)
ya te tengo :)
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